El 30 de Noviembre de 2014 nos reuníamos en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla los diferentes miembros de la vida Consagrada. Monjas de vida contemplativa, religiosos y religiosas de variadas congregaciones, institutos seculares, vírgenes consagradas, sociedades de vida apostólica, laicos.
En profunda acción de gracias respondíamos a la convocatoria que el Santo Padre nos ha hecho para orar, reflexionar y ahondar en nuestra respuesta a la llamada del Señor.
Presidió la celebración el señor arzobispo D. Juan José Asenjo, acompañado del obispo auxiliar D. Santiago Sierra, el vicario de da consagrada D. Carlos Coloma y múltiples sacerdotes religiosos de diferentes congregaciones.
El altar mayor ya restaurado daba un aire de magnificencia al acto. La música, las canciones, nos transportaban un poco más allá del banco en que estábamos sentados. La catedral estaba repleta de personas consagradas cuyos rostros expresaban la alegría que solo puede nacer del Dios que nos eligió.
La homilía del Sr Arzobispo nos invitaba a vivir este tiempo de gracia desde la admiración, la escucha, la responsabilidad y siempre desde una alegría esperanzada.
Volvimos a casa con el deseo de hacer realidad los tres objetivos que el papa Francisco nos propone en su carta apostólica: Mirar al pasado con gratitud. Vivir el presente con pasión. Abrazar el futuro con esperanza.
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